martes, 27 de marzo de 2012

Ateísmo, Agnosticismo y Teísmo (parte 2)

Agnósticos somos todos...


Celeste (Creencias), Naranja (Verdad),
Marrón (Creencias verdaderas), Amarillo (Conocimiento certero)
Parece una frase arrogante, pero después de haber leído la parte 1, sabremos que el agnosticismo es el primer paso que un hombre racional debe dar para entrar a la discusión de la existencia o no existencia de dios. Ya después podremos inclinarnos, en menor o mayor medida, hacia las posiciones teistas o ateistas.

La apuesta de Pascal, el problema del mal, la historicidad de los textos sagrados (sea el caso que sea), todos son buenos argumentos, pero no llegan a ser concluyentes. Sobretodo por la omnipotencia del rey de los argumentos teistas: "Dios escapa a la razón". También conocido como: "Dios no puede entrar en tu cabecita" o "la razón necesita de la fe para poder entender a Dios". O cualquiera de sus paráfrasis.

Me gustaría hacer un paréntesis para comentar sobre esta frasecita, que cada vez se vuelve más popular en la argumentación teísta mediocre. Digo mediocre porque con ese pseudoargumento podríamos validar cualquier cosa. Solo hace falta reemplazar la palabra "dios" por lo que usted quiera defender. Así de simple y se gana un argumento invencible gratis. Stock ilimitado.

Volviendo al tema, me gustaría remarcar el hecho de que la posición agnóstica es simplemente descriptiva del problema y no apuesta por ninguna de las dos opciones. No tiene pierde, dirán. Tampoco tiene gana, les digo, y es porque se limita a hacer explícito lo que podemos concluir. Esta conclusión no resuelve el problema. Seguimos en la misma encrucijada: existirá o no existirá. Pero hemos ganado mucho. ¿En qué? En plantear el problema. Y estarán de acuerdo conmigo, los matemáticos sobretodo, cuando digo que un buen planteamiento del problema es esencial a la hora de abordarlo.

Es todo por hoy, la proxima vez escribiré un poco sobre la otra cara de la moneda, de los teistas (o ateos) que no han partido de este planteamiento y las consecuencias de ello.


sábado, 17 de marzo de 2012

La Cultura de Muerte

¿Les suena a algo esta frase? ¿El discurso favorito de Juan Pablo II? No. No es el tema que sugiere el título del post. Les tengo malas noticias a los fans del anterior Papa, la frase esta no es original del pontífice. Se la cogió de otro autor que vivió antes que él, y que, en mi humilde opinión, aportó más al mundo. No es tanto como para decir que el Papa es un fraude, ladrón intelectual, pues Freud, el verdadero autor de la frase, se refería a cosas muy distintas cuando hablaba de Cultura de Muerte.

Freud planteaba que el ser humano desde sus inicios le ha brindado especial culto a sus muertos, recordemos las pirámides egipcias, las ceremonias para los difuntos, ceremonias que han perdurado hasta hoy y seguirán quién sabe hasta cuándo. Según Freud, padre del psicoanálisis, esto se debe por un profundo temor del ser humano hacia su propia muerte. Ese temor, el más fuerte de todos, lo lleva a las distintas manifestaciones mencionadas pero también a la creencia de un "más allá de la muerte" en la que el ser humano halla seguridad, que es precisamente lo que ofrece la religión y lo que explica la razón de su éxito.

Y así nos volvemos a encontrar con el Papa, que no le han de gustar mucho esas ideas que propone Freud, cuestionadoras de la religión. Y este Papa le quiso dar un nuevo significado a esto de la "Cultura de Muerte". Algo que vaya más acorde con las oxidadas ideas de la Iglesia Católica. Y entonces nos habla de la eutanasia, del aborto, de la pérdida de conciencia sobre el valor de la vida. Lo que trató de hacer con este discurso es convertir el derecho a la vida, en el "deber de la vida", basado, como siempre, en sus propias creencias religiosas, esto es, que dios es el dueño de la vida humana, de la vida de cada uno de nosotros, creyentes o no, y solo él tiene derecho a decidir cuando termina. Osea más de lo mismo. Ni sobre nuestra propia vida podemos decidir porque es un "regalo de dios".

Todo esto, no tiene ninguna validez porque, como ya se dijo, está sustentado por las creencias personales de la gente católica, que no más dueña de la verdad que ningún otro ser humano. Ni el mismo Papa, autoproclamado infalible.


jueves, 15 de marzo de 2012

Vírgenes Ultrajadas

A propósito de lo que está ocurriendo en Lima y de lo que me entere por los medios. En resumen, la destrucción de varias imágenes de la Virgen de los Católicos y muchas especulaciones. 
La prensa como siempre lo ha pintado casi como a un asesino en serie, dandole más cobertura de lo que merece como noticia. Un acto vandálico más, que no faltan por aquí, que hasta hemos aprendido a pronosticar, como cuando hay partido entre Alianza y la "U" y los barristas abundan como la espuma. Pero hay que entender que es la Virgen que no aceptan la mayoría de grupos cristianos y que hay cierto morbo y cierta polémica en el tema. Tampoco se trata de acusar por acusar.

De más está decir que ningún ateo racionalista digno de llamarse así podría identificarse con estos misteriosos incidentes. Sigue siendo un acto detestable, tanto o más de lo que pueda ser la ignorancia de la gente postrándose ante el yeso. La irracionalidad no se combate con irracionalidad. Tampoco nada se gana destruyendo imágenes, sino hacer lo propio en tu corazón, liberarte de los ídolos, de supersticiones, es esa creo yo la mejor forma de actuar. Y ya el tiempo se encargará de volver polvo al polvo.

miércoles, 7 de marzo de 2012

Agnosticismo, ateismo y teismo (parte 1)

¿Dios existe? Esta pregunta ha sido motivo de debate, de cuestionamientos, de obras extensas y aun sigue ahí. El blog, se sabe, es ateo, pero no nos impide tener una mirada critica y objetiva del asunto, porque antes de ateos, somos agnósticos, y si les suena esto extraño, este post disipara sus dudas.

¿Dios existe? Dos posibilidades. Existe. No existe. Una excluyente de la otra. Si no es una, es otra. Una, necesariamente, debe ser verdadera y la otra falsa. Disyunción exclusiva. Lógica. ¿Cuál es cuál? No podemos saberlo a priori. Pero reconocemos que podría ser cualquiera. De eso y solo de eso podemois tener una certeza absoluta. Esa es, a grandes rasgos, la postura agnóstica. La que se limita a lo cierto.

Ahora, tenemos varios argumentos e indicios (no pruebas) que nos llevan a concluir en la existencia o en la no existencia de Dios. Cada uno tiene una reflexión personal que es alimentada con el intercambio de ideas con otras personas o libros y de ahí puede sacar una conclusión personal e inclinarse hacia una de dos posturas: ateísmo y teísmo.

El teísmo cree en la existencia de dios. El ateísmo cree en la no existencia de dios. Pero ninguno afirma, pues, por un lado, no hay ninguna prueba contundente y definitiva a favor de la existencia de dios y, por otro lado, la inexistencia no puede ser probada. Ambas son posturas de fe, subjetivas y no por eso erradas. Lo errado es afirmar tanto la existencia como la inexistencia de dios, eso es atribuir el valor de verdad a lo incierto.

Ahora, como dije, este blog es ateo, pero antes, en primer lugar somos agnósticos, porque somos concientes de que no podemos afirmar la no existencia de dios, pero nos inclinamos más hacia esa opción.

Si quieren saber las razones, pueden leer nuestras otras entradas.

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