La gente suele decirme: “Si tú eres ateo, ¿por qué pierdes tu tiempo discutiendo sobre cosas que no existen?”. Sí, es una frasecita conocida y repetida, y entonces yo les digo: “Bueno, yo soy literato, así que la mayoría de mi tiempo me dedicó a perderlo en las cosas que no existen”.
Y luego me quedo pensando: ¿quién no pierde su tiempo en las cosas que no existen? ¿Habrá alguien que no haya leído una buena novela o no haya disfrutado de una buena película? ¿Habrá alguien que no se haya quedado enganchado a una serie, un anime o una telenovela? ¿Habrá alguien que no haya rezado o no haya expuesto su opinión sobre lo religioso o lo sobrenatural alguna vez en su vida? Lo dudo. Todos, en mayor o menor cantidad, perdemos nuestro tiempo en las cosas que no existen.
Decimos perder el tiempo, pero, creo yo, el tiempo no se pierde. Muy por el contrario, creo que lo tenemos bien invertido.
El éxito de la religión se debe en gran parte a las promesas y recompensas que ofrecen más allá de la muerte. Y es que el hombre sabe que se va a morir. No sabe cuando, pero sabe que va a pasar y eso causa cierta angustia. La idea de que probablemente ahí se acaba todo nos asusta, nos repele, nadie quiere pensar que no hay vida después de la muerte porque es feo, es incómodo, nos provoca desesperación ante un hecho tan indeseable como inexorable.
Fantástico y fascinante, el mundo de lo que no existe |
Y es justamente eso lo que importa en la vida. Lo demás no vale de nada porque irremediablemente vamos a morir. Entonces no es perder el tiempo, sino todo lo contrario.
Quizá la crítica a la religión sea aquí el hecho de prometer sin bases sólidas vida y beneficios tras la muerte (lo que en mí levanta mucha sospecha, me suena más a una estafa concienzuda). Y por otra parte le impiden al ser humano ir más allá de estos dogmas, de aventurarse a otras posibilidades, a pensar distinto, a pensar por uno mismo sin las creencias inamovibles de la religión que limitan a una sola nuestra visión sobre las cosas.
Bueno, esto último debo haberlo repetido ya tantas veces… Tal vez más que las veces que me dijeron: “¿Por qué pierdes tanto tiempo debatiendo sobre cosas que no existen?”
Akira Matsura
No hay comentarios:
Publicar un comentario
NO hay moderacion de comentarios, sientase libres de comentar lo que quieran... n.n