jueves, 23 de febrero de 2012

Oscurantismo, hoy

¿Por qué el interés del Gran Canciller Juan Luis Cipriani en tomar la Universidad Católica? Muchos responderán automáticamente: "dinero". Ee. Respuesta Incorrecta. No voy a negar que el dinero (junto con las propiedades y demás bienes) no valgan nada para el Cardenal, pero ambiciones son muchas, no todo es dinero, hay otras cosas que tal vez no hayamos visto y sea bueno refrescar.

La Iglesia Católica en toda su larga historia, de la que tal vez no sepas más que de un tal Concilio de Trento y la estridente noticia del atentado a Juan Pablo II, ha estado siempre en una lucha continua para desacreditar, atacar, reprimir y hasta eliminar cualquier idea que le resulte inconveniente. Inconveniente le era, por ejemplo, la democracia y los derechos humanos se encargó de ponerle piedras en el camino cada vez que pudo. Históricamente hablando, se opuso a la Carta Magna de Inglaterra en 1215, considerada la "madre de las constituciones europeas", y más recientemente apoyó a los regímenes fascistas, incitando a los católicos a dar su apoyo a Mussolini y este a cambio reinsertarlos como religión oficial del Estado y abundantes sumas de dinero. Ni hablar de Franco. Hay más, el marxismo, la ilustración, etc.  Todo esto está en sus textos de historia, pueden, o mejor dicho deberían, consultarlos y confirmar que así fue. Nada cuesta abrir una pestañita de Google e investigar un poquito.

Ahora sí. ¿Adivinaron? Así es, los verdaderos intereses son esos. Son todas esas cabezitas que entran y salen de la universidad. Si el Cardenal logra apoderarse de la PUCP, irá de frente a cumplir su deber de buen cristiano, irá a infundirles el pensamiento católico y no se perderá la oportunidad de dar un paso más allá disgregando todas los grupos estudiantiles que crea "incorrectos". Hablamos de Izquierda Universitaria por ejemplo y para empezar. No me arriesgo mucho al decir que serán los primeros en la mira. He ahí las verdaderas y santas preocupaciones del Cardenal, todas esas almas que le piden ser evangelizadas a gritos. Hasta ahí no parece tan malo, de no ser porque nadie realmente simpatiza mucho con las ideas del Cardenal, las respetamos, sí, como a todos, pero no estamos interesados en consumirlas y, a diferencia de lo que el Cardenal crea, nuestras almas no están vacías, ni sedientas de fe. Si sus creencias dicen lo contrario, ya es cosa de usted.

Al hecho de poner trabas para la difusión del pensamiento se le llama oscurantismo, y es una de las prácticas preferidas de la Iglesia Católica. Sin exagerar.

Bueno, y esto ¿a qué va? A que en todo este tiempo la Iglesia no ha cambiado en nada. En cuanto a agenciarlas para detener la difusión de pensamientos que no concuerdan con lo que ellos creen correcto, al menos en eso, no han cambiado en nada. Siguen en lo mismo. Hoy será la PUCP, mañana será otra cosa. 
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...