La religión no
forma a las personas para convertirlas en asesinos. No, no. Yo no digo eso.
Es cierto que hay casos extremos del fanatismo religioso que mata por su fe,
pero creo que por ahí no va la cosa. La religión mata de una manera más
indirecta, más ingeniosa, más literaria y quizá por eso mi interés en el
asunto.
La religión mata no a través de sus creyentes sino de
aquellos a los que oprime. Los homosexuales por ejemplo. Los homosexuales
que se crían con la idea de ser malos o de que sus tendencias son malas, se
terminan amputando el corazón creyendo extirpar un tumor. La religión los
programa para crecer como seres humanos autodestructivos y a veces agresivos
hacia los demás homosexuales, proyectando su dañado autoconcepto a una tercera
persona.
Las estadísticas
lo confirman. En los países del Norte de Europa la tasa de creyentes es tan
baja como la de crímenes. (En contraste con los altos niveles de desarrollo y
ayuda brindada a los países tercermundistas)
Y lo peor de todo
es que luego echa las culpas a la propia homosexualidad diciendo que estas personas
sufren por su propia vida miserable, por el camino que escogieron vivir. No,
los homosexuales sufren no por la homosexualidad, sino por la crueldad con la
que son tratados, porque la sociedad les hace la vida una miseria a tal punto
que a muchos les termina resultando insoportable.
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ResponderEliminarNo estoy de acuerdo,no se nace homosexual, pero si se hace homosexual, es una eleccion;egoista por cierto porque prefieren satisfacer sus necesidades solo por que si a hacer feliz a sus familias
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